«No se baila en la cocina», es una vía de escape a las situaciones de estrés o de hastío cotidianos. La cocina es el escenario de distintas escenas en las que los personajes consiguen huir de su negatividad a través del baile. El trabajo desempeñado en la cocina funciona como hilo conductor de la temática.
Encontramos danza en cualquier parte: en acciones cotidianas, en música que suena en nuestra cabeza, en movimientos involuntarios, en la necesidad de expresarnos… en nuestro día a día. Varias piezas cortas inspiradas en la vida real proponen un espectáculo fresco, que explora una gran variedad de pequeñas historias, situaciones y emociones. ¿Alguna vez has dado rienda suelta a lo que se cuece en tu cocina?